En este artículo te mostramos la historia y el significado de Santa Cecilia, patrona de los músicos, con todo detalle.
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Transporte Total 0,00 €Antoine Joseph Sax, más conocido como Adolphe Sax, nació en Dinant (Bélgica) el 6 de noviembre de 1814. Su padre fue un conocido constructor de instrumentos, por lo que ya desde pequeño se inició en la fabricación de estos en el taller de su padre, despertando en él un gran ingenio y habilidad de forma prematura.
Además también tuvo una extensa formación musical, estudiando solfeo, canto, armonía, flauta y clarinete en la Real Academia de las Artes de Bruselas.
Esta doble formación de Adolphe, manual por un lado y musical por otro, le llevó a buscar la mejora y perfeccionamiento de aquellos instrumentos que estaba aprendiendo a tocar, sobre todo el clarinete.
Y es que al conocer de primera mano este instrumento, conocía también sus carencias e imperfecciones, que buscó subsanar.
Desde bien joven Adolphe fabricó sus primeras flautas y clarinetes, llegando su primer gran invento en 1838, el clarinete bajo.
Ya desde estos primeros trabajos e invenciones, obtuvo gran apoyo de diversas personalidades del mundo de la música en esa época. Adolphe Sax empezaba a conseguir cierta fama, sin embargo, una idea rondaba por su cabeza desde siempre: conseguir inventar un instrumento de viento que por el carácter de su voz pudiera acercarse a los instrumentos de cuerda, pero al mismo tiempo, que tuviera más fuerza e intensidad.
Básicamente lo que buscaba era una especie de “clarinete metálico”, un instrumento con la fuerza de uno de metal pero con las cualidades acústicas de uno de madera y que cubriera el vacío tímbrico existente entre estas dos familias de instrumentos.
Con todo esto en mente, empezó a realizar modificaciones y alteraciones en la estructura de este “nuevo clarinete” para lograr esa mayor sonoridad y fortaleza que estaba buscando.
Era el año 1840, y Adolphe Sax se percató de que había creado un nuevo instrumento, el “Saxofón”, cuyo nombre proviene de la unión de su apellido, “Sax” y la palabra “fono” (que significa sonido); es decir, “sonido de Sax”.
El material con el que fabricó este instrumento fue el metal, el cual se sigue utilizando a día de hoy, sin embargo el saxofón pertenece a la familia del viento madera. Esto es debido a algunas de sus principales características.
En primer lugar, el sonido se produce gracias a la oscilación de una caña, y no por los labios del músico contra la boquilla tal y como sucede en los instrumentos de viento metal. Otra de las características del saxofón que lo sitúan en la familia del viento madera es que para poder producir diferentes notas se abren y cierran las llaves que tapan los orificios que conforman el instrumento.
Así fue como surgió el saxofón, en palabras del propio Adolphe Sax, “mejor que cualquier otro instrumento. El saxofón es susceptible de modificar su sonido a fin de poder dar las cualidades que convengan o de poder conservar una igualdad perfecta en toda su extensión. La digitación es como la de la flauta y la del clarinete. Por otro parte, se le pueden aplicar todas las digitaciones posibles”. “Adolphe Sax (1814-1894). Su vida, su obra, sus instrumentos de música” - Malou Haine.
Durante los primeros años del saxofón, Adolphe fue su único intérprete, presentándolo ante el público en un concierto que realizó en Bruselas en 1841.
El instrumento tuvo una gran acogida por parte de algunos compositores de la época, como Héctor Berlioz que compuso en 1844 la primera obra conocida para saxofón: el sexteto Canto Sagrado, sin embargo no fue hasta 1846 cuando el instrumento fue patentado en París.
Ya a partir de 1857 empezaron a aparecer las primeras clases y cátedras de saxofón, impartidas por el propio Sax y que llegaron a formar cientos de saxofonistas. Además, la cantidad de obras creadas para este instrumento seguía aumentando.
Sin embargo, el gran éxito y expansión del saxofón no llegaron hasta el siglo XX con la aparición de uno de los géneros musicales más importantes: el jazz.
El uso extendido del saxo así como su consolidación estuvo por tanto ligado al desarrollo que tuvo este género músical. Y es que gracias a las grandes posibilidades técnicas (portamento, vibrato, etc…) así como su original timbre, se convirtió rápidamente en un instrumento perfecto para el jazz, donde se usa tanto de acompañante como de solista. Esto abrió las puertas al saxofón a incorporarse poco a poco como instrumento solista y de concierto en la música clásica.
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