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Transporte Total 0,00 €Son muchos los beneficios de tocar un instrumento para los niños y niñas, siendo una actividad perfecta para ayudarles a desarrollar sus habilidades y capacidades, al tiempo que se divierten y mejora su estado de ánimo. A continuación vamos a detallar de forma más específica cuáles son esos beneficios que reporta la práctica musical.
Aprender a tocar un instrumento desde la infancia ayuda a desarrollar el cerebro y las habilidades cognitivas. Y es que diversos estudios afirman que la música potencia la actividad neuronal y la transmisión de señales entre estas.
Uno de los principales beneficios de aprender música es que permite desarrollar y mejorar la memoria y la atención. Al hacer música o tocar un instrumento musical, es necesario aprender y recordar tanto las notas y melodías, así como la posición de nuestro cuerpo para poder realizarlas. Todo esto se consigue gracias a la repetición y el ensayo constante, lo que funciona como un genial ejercicio de memoria y concentración para los niños.
Además, el hecho de que los niños tengan que percibir, aprender y recordar patrones rítmicos, fomenta su razonamiento y con ello, su capacidad para resolver problemas y encontrar soluciones más complejas en otras situaciones, ya sean de matemática o de lógica.
Por otro lado, tocar un instrumento también mejora la coordinación ya que debemos realizar movimientos con las manos y, al mismo tiempo, afinar la vista y el oído para leer y reproducir las notas y melodías que hay escritas en la partitura.
La música es un arte como pueden ser la pintura o el baile, y como tal es una buena forma de que los niños y niñas mejoren y potencien su imaginación, curiosidad y creatividad.
Esto tiene muchas ventajas para ellos, pues les permite adquirir la capacidad para expresarse y conocerse mejor a ellos mismos, algo que les ayudará a la hora de gestionar sus propias emociones y mejorar su propia concepción sobre sí mismos.
Si a todo esto sumamos además que la improvisación es una parte muy importante de tocar un instrumento, esta es una forma de que los niños adquieran recursos y capacidades para innovar e improvisar en otros ámbitos y situaciones.
Aquellos niños y niñas que aprenden a tocar un instrumento musical también ven mejoradas y desarrolladas sus habilidades lingüísticas. Y es que aprender y conocer las melodías y letras de canciones, así como tener que leer las partituras, aporta nuevas palabras y sonidos que permiten enriquecer su vocabulario y realizar un correcto uso de la lengua.
Aprender a tocar un instrumento musical desde pequeños puede aportar una mayor habilidad y facilidad para relacionarse con los demás. Y es que la autoestima y confianza del niño crece al tocar un instrumento, por lo que ayuda a perder timidez o temor a estar en contacto con otras personas.
Además, en la música es algo muy habitual tocar en grupo, ya sea en bandas, orquestas o agrupaciones. Gracias a esto, los niños pueden interactuar, aprender y divertirse junto a otros. Se trata también de una bonita forma de que aprendan a cooperar, asociarse con los demás y trabajar en equipo.
Aprender a tocar un instrumento requiere de práctica y constancia para cumplir con las prácticas, deberes y ensayos, y de esta forma, avanzar en el aprendizaje. Es por esto que para los niños y niñas, tocar un instrumento es una forma de fomentar su sentido de la responsabilidad.
Y más aún si tocan junto a otros niños, pues además de ser responsables, puntuales y constantes para su desarrollo propio deben hacerlo también por el bien del grupo.
La música es un recurso genial que nos puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo en malos momentos o relajarnos y tranquilizarnos en momentos de estrés o nervios. Y es que a pesar de que muchas veces no lo tengamos en cuenta, los niños también pasan por momentos y situaciones de estrés y ansiedad, al igual que los adultos.
Al tocar un instrumento hay que concentrarse en la posición de las distintas partes de nuestro cuerpo que intervienen: manos, dedos, boca, así como en leer la partitura e intentar reproducir los sonidos y melodías escritos. Este estado de concentración ayuda a relajar la mente y centrarse únicamente en la música, olvidando todo lo que pueda generar preocupación y estrés
Por ello, el hecho de aprender a tocar un instrumento, puede ser una buena práctica para que los niños y niñas puedan relajarse, liberar energías y sentirse mejor. De esta forma, la música que tocan funciona como una forma de expresión y comunicación para ellos.
Si ya es un poco más mayor y le toca elegir un instrumento musical y tiene alguna preferencia es bueno respetarla en la medida de lo posible siempre que sea algo viable, ya que hay ciertos instrumentos que son muy costosos o difíciles de conseguir para poder estudiar. Lo que no es recomendable es imponer un instrumento musical porque a los padres o a algún familiar le haga ilusión. Lo mejor es ver de forma realista qué se puede permitir la familia, explorar con antelación varias opciones y después ofrecer al niño o niña las opciones disponibles.
Quizá los primeros años de estudio musical en edades más tempranas no necesitan un instrumento musical y la inversión es menor. Sin embargo, llegado el momento de elegir un instrumento musical, y si no hay opción de cesión o alquiler por parte de la escuela de música, hay que plantearse el presupuesto del que se dispone para adquirir ese instrumento. Existen instrumentos musicales de iniciación que dan buen resultado y la inversión no es muy elevada, en nuestra web hay una gran variedad de saxofones, clarinetes, flautas y trompetas de iniciación que son idóneas para empezar.
Si el niño o la niña son todavía pequeños y sus manitas también lo son, hay veces que se opta por instrumentos de la misma familia que se adaptan mejor a su constitución. Un ejemplo sería el requinto, que es más pequeño que un clarinete pero puede servir a los que quieren estudiar clarinete pero éste es demasiado grande para él o ella. De este modo, con este primer contacto se familiariza con la embocadura, la respiración y la digitación que es la misma, pero más fácil y ergonómica para los más pequeños. Lo mismo sucede con la familia del saxofón, que algunos alumnos pueden empezar por el saxofón soprano curvo y después pasar al alto. También cabe destacar que hay ciertos instrumentos que tienen un tamaño reducido, como el caso de la trompa.
El más importante y que no debemos olvidar es que tocar un instrumento o asistir a clases de música debe ser algo que le haga ilusión al niño o la niña, ya que de esta forma será más fácil que esté motivado y tenga ilusión por asistir.
Si tu pequeño quiere aprender a tocar un instrumento musical, Instrumentomania.com es tu mejor opción. En nuestras instalaciones contamos con una gran cantidad de instrumentos para que pueda iniciarse en la música de la mejor forma posible.
Contacta con nosotros y te asesoraremos sobre cuál es el mejor instrumento para que tu hijo o hija pueda iniciarse en la música, así como cuáles son los accesorios que necesita.
¡Es momento de que cumpla su sueño musical!
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