El uso de un controlador de presión adecuado puede tener un impacto significativo en la embocadura y en el esfuerzo físico durante la interpretación. Al regular la fuerza ejercida, estos dispositivos ayudan a mantener una posición correcta de la embocadura, lo que contribuye a una mejor calidad de sonido y reduce el riesgo de fatiga muscular. Además, al minimizar la tensión innecesaria, se promueve una técnica más eficiente y cómoda, permitiendo al músico tocar durante períodos más prolongados sin experimentar molestias.